lunes, 18 de febrero de 2008

Las genialidades de Foucault

Hélio Pelegrino: Existen unas experiencias de un psicoanalista muy importante llamado René Spitz que muestran el fenómeno del hospitalismo. Los niños que no han tenido contacto con la madre mueren por falta de "madre materna".

Michel Foucault: Comprendo. Eso no prueba que la madre sea indispensable, sino que el hospital no es bueno.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

el mal se llama marasmo y no importa la clase de hospital. El genial Foucault a veces, no es TAN genial. A veces la realidad se emperna en contradecirlo...

Emanuel Farcy dijo...

Ja, me alegro por tu participación en el foro fede. Igual, Foucault no niega la importancia del afecto materno. El problema es que se tome a la figura de la madre como la estructura esencial del sujeto. El niño mantiene un montón de relaciones y experiencias con diferentes objetos y personas. Pero, según el psicoanálisis, todo se circunscribe en la tríada mamá-papá-yo. Construcción propiamente burguesa

ViC dijo...

Hospital quequé?
Yo no sé de que hablan.
Nací en una clínica privada bien buena, ubicada en una de las alas del shopping de Villa Cabrera.
Yo salí re bien.
(Le voy a decir a Foucault que tenía razón. Ya vengo. ¿alguien sabe donde vive? no importa, lo busco en la guía...)

Ah! y mi mamá me mima.

Anónimo dijo...

Esto me hizo acordar a un relato muy gracioso que muestra cómo a veces las causas de un fenómeno que se intenta describir son simplemente, equivocadas.


Un grupo de biólogos se reúnen para realizar un experimento y estudiar la relación entre los ocho apéndices de la araña y la recepción a señales sonoras.
Sobre el extremo de una mesa se coloca al pequeño animal, mientras que del otro lado se dispone una campanita. Comienza la prueba, y al primer metálico sonar se logra que el arácnido acuda astutamente.
Siguiente paso, se le corta una patita y se lo vuelve a colocar en su punto de partida. Un poco más chueca la araña responde al llamado y completa su ruta. Se repite el proceso cortándole otra patita, y otra más, y otra, consiguiendo el mismo resultado
Llama la atención la fortaleza del ‘despatado’ animal, que con sólo una de sus extremidades, realiza su lento, intermitente, pero al fin triunfal caminar hacia el otro extremo de la mesa.
Paso final, se le corta la última pata, y se hace sonar como siempre la campanita. El animal no responde. Se repite el tintineo y nada, se insiste nuevamente, pero la araña lamentablemente se ha quedo sin reacción.
Una vez observada y analizada cada fase del experimento los científicos llegan a una conclusión: “Sin patas, la araña, se queda sorda”.

Emanuel Farcy dijo...

Ja! Che ce, quién sos? Pasá la dir de tu blog!

Anónimo dijo...

Hola Emanuel, no tengo Blog, pero me entretengo leyendo este ja, está muy bueno, de paso los felicito, no es de chupamedias ehhh. Soy amiga de Leila, vamos juntas a la facu. Después preguntale. Un beso!

Emanuel Farcy dijo...

Hey Ce! prendete al taller algún día! Te contó lei que tenemos un taller? SUmate cuando quieras, hablá con ella o escribime emanuelfarcy@gmail.com