lunes, 4 de febrero de 2008

Papa Fuori


Definitivamente, los estudiantes y profesores italianos de la Universidad de la Sapienza no se equivocaron cuando denominaron a Ratzinger como un “oscurantista”. Este personaje nefasto participó en las Juventudes Hitlerianas, calificó el juicio de la Iglesia contra Galileo como “justo y razonable”; además, mantiene relaciones estrechas, a través de la manipulación político- religiosa propia de la doctrina cristina, con el capitalismo para aunarse en un mismo proyecto. Un retrógrado que asegura la existencia de un Jesús blanco y de ojos celestes, un superhombre que no es indígena, mujer, negro, moreno, ni tampoco inmigrante.
En medio de este ámbito, Ratzinger y la mayor parte del catolicismo desprecia cualquier forma de vida- especialmente los homosexuales y las lesbianas- que no esté dentro del régimen de verdad que se impone, y que busca mantener a los individuos en una esfera de necesidad, esclavizados, normativizados, jerarquizados y controlados, negando cualquier posibilidad de construir espacios de autonomía y reconocimiento.
Pienso en las siguientes palabras:
“El gran secreto del régimen monárquico y su máximo interés consisten en mantener engañados a los hombres y en disfrazar, bajo el especioso nombre de religión, el miedo con el que se los quiere controlar, a fin de que luchen por su esclavitud, como si se tratara de su salvación, y no consideren una ignominia, sino máximo honor, dar su sangre y su alma para orgullo de un solo hombre. Por el contrario, en un Estado libre no cabría imaginar ni emprender nada más desdichado, ya que es totalmente contrario a la libertad de todos adueñarse del libre juicio de cada cual mediante prejuicios o coaccionarlo de cualquier forma” Baruch Spinoza.
“Cuando la religión es aceptada por común consentimiento, no debe tolerarse que se discuta, porque de la discusión se pasa a la duda. Representa una gran impiedad poner en duda aquello que todos deben tener por intangible y cierto. (…) Por ello, es de suma importancia que cosa tan sagrada como la religión no sea menospreciada ni puesta en duda mediante disputas, pues de ello depende la ruina de la República”. Jean Bodin

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La religión ha dejado de ser el espíritu del Estado para convertirse en el espíritu de la sociedad burguesa, del ámbito del egoísmo. Ha dejado de ser la esencia de la comunidad para convertirse en esencia de la diferencia. Lo que ahora expresa es que el hombre se ha separado de su comunidad, de sí y de los otros hombres; y esto fue originariamente la religión. Ahora no es más que la confesión abstracta de una particularidad tergiversada, de una extravagancia personal, de la arbitrariedad. Sólo representea el fenómeno de los límites que presenta el mundo. Por tanto, las trabas religiosas de los libres ciudadanos las explicamos partiendo de sus trabas profanas. No afirmamos que tienen que superar su limitación religiosa para superar sus barreras mundanas. Afirmamos que, en cuanto superen las barreras religiosas, superarán su limitación real" Karl Marx