sábado, 8 de mayo de 2010

lunes, 27 de julio de 2009

Ocurre que

Unos se mueren de risa
otros se mueren de ganas
otros se mueren de frío
otros se mueren de rabia
otros se mueren de hambre
otros se mueren de susto
marías se mueren de umbrales
bares se mueren de grilles
tantos se mueren de solos
suicidas se mueren de mundo
otros se mueren de andamio
“un árbol se muere de pie”
un jefe se muere acostado
solteras se mueren de pueblo
Rilke se muere de flor
Emily se muere de triste
trenes se mueren de horario
tranvías se mueren de olvido
un loco se muere de suelto
amores se mueren de dudas
zapatos se mueren de calle
mateos se mueren de asfalto
relojes se mueren de tiempo
muy uno se muere de Che
otros se mueren de estatua
algunos se mueren de lluvia
otros se mueren de noche
otros se mueren de viento
otros se mueren de luna
la luna se muere de Apolos
un camello se muere de sol
un tílburi se muere de nieve
una esquina se muere de tango
un pájaro se muere de jaula
Fierro se muere de ausencias
almidones se mueren de tía
un soldado se muere de bala
USA se muere de Cuba
lagartos se mueren de verde
oros se mueren de azul
Van Gogh de amarillo
Alfonsina de sal
algunos de amor
otros de miedo
otros se mueren.
Lucina Alvarez

Pasado

La vida de Claudia pertenecía a los pequeños movimientos. Empezaba por la avenida San Martín dando uno dos y después, tres pasos, mirando al suelo como queriendo encontrar la distancia. Y cuando levantaba la inmóvil vista se daba cuenta que ya se encontraba en el centro de su pueblo, Cosquín. Un pueblo que parecía hablar por sí mismo con sus mensajes de boca en boca que esparcía el viento y que terminaban en plazas de frondosas arboledas y talladas fuentes.
Con el pelo hasta los hombros, de ojos recogidos y una sonrisa de invierno, Claudia era una mujer que asumía los momentos con una intimidad que parecía confundir a cualquiera. De sus labios renacían tenaces palabras como relámpagos fríos que llamaban la atención hasta en los surcos y en los callejones del pueblo.

Todas las noches de aquel verano en Cosquín, donde los turistas invaden hasta los pequeños secretos del pueblo, ella volvía a su casa (en la calle Antártida Argentina, entrecortada por un viejo canal de riego que ahora es escenario de juego de los niños). Cuando el alba mostraba sus primeras luces abría la heladera, sacaba el último vino y una pequeña copa amarillenta de cristal. Sin esperar demasiado, entre malabares por el vino, la copa y su pequeño bolso, subía los escalones que daban a su pieza y se sacaba la ropa nerviosamente, como la tierra se agita ante un galope. Una vez allí, dejaba en la pequeña mesita de roble (antiquísima), el pequeño ritual que traía en las manos. Casi semidesnuda descorchaba el vino y olía la dulce fragancia que tanto le gustaba, antes de dejar a la bebida respirar. Luego tomaba entre sus manos la pequeña copa de brillo opaco y se servía un trago profundo, sin fondo. Después de varios sorbos de vino decidía pararse, con la remera que le llegaba hasta los pechos, mientras sonaba el tango Corrientes y Esmeralda. Volaba su imaginación de mover sus flacas y puntiagudas piernas y nada se le escapaba, todo pertenecía a su cuerpo, a su alma, a la matriz que había creado en ese instante, tan suya, y la soledad le apretaba los hombros hasta llegar a sus pies. Ella bailaba desprendida del suelo de la pieza, entre un universo tan perfecto que parecía crearle nuevos senderos, conectarla con otras realidades tan sublimes y tan poderosas. No dejaba espacio para nada en su corta pieza y todo se relacionaba con ceniceros limpios y sucios, con una cama de resortes viejos y discos que terminaban por debajo.
Aquel filoso momento se iba por los aires cuando caía rendida al lecho de las desprolijas sábanas. Se despertaba al mediodía, hervía un poco de agua en una olla y ponía los fideos que almorzaba después. Luego, a eso de las tres de la tarde, Claudia sacaba un bolso del ropero y colocaba una toalla para dirigirse al río, a Piedras Azules, con el afán de encontrarse con Martín.
Piedras Azules era el balneario preferido de Claudia y Martín. Quizás porque fue el lugar donde se conocieron. En realidad ella lo consideraba parte de lo profundo, ya que, por esas nostalgias o agonías de una relación, siempre parece importante perderse y demorarse en los sitios donde uno conoció al otro. Sin embargo, aquel balneario de grandes bosques era realmente precioso. Un río que viboreaba laboriosamente entre los grandes bloques de roca, y cercado entre el Puente Carretero y el Puente Ferroviario. Enormes y mágicos puentes (como trabajados por el tiempo) que parecían extenderse hasta el cielo sin reconocer límite alguno.
A la caída del sol, el frío empezaba a ser realmente crudo. Ella sin dar demasiados argumentos tomaba sus cosas, se colocaba un pulóver de lana fina y se dirigía al centro de Cosquín. Caminaba por la Avenida San Martín hasta llegar al bar La Vieja Estación. Allí se sentaba y estiraba sus piernas, se desataba la pequeña colita y se pasaba los dedos para desenredar el castigado pelo. Cuando el mozo se acercaba, siempre le recordaba que quería un jugo de naranja con toda la pulpa.
En las últimas horas de aquellos lacios atardeceres, sentada en una silla de roble del bar, Claudia aventuraba sus ojos entre la estrecha anchura de la avenida (conquistada por el caótico andar de los turistas) y el burlesco asombro que parecía hallarse en los acurrucados pájaros de los mástiles de luz.
Cierta vez, después de dormir una enorme y larga noche, se sintió rara. Casi un hueco en el pecho intentaba salirse de ella. Pensó que el vino había sido el culpable de aquel malestar. Metió su mano en el fondo del ropero y sacó el bolso para colocar su toalla y demás cosas que necesitaría en el río. Mientras caminaba hacia su destino, Piedras Azules, sintió un enorme deseo de mantener la cabeza bien arriba. Había veces que miraba desafiante hacia delante, a un horizonte sediento por ser descubierto y que parecía esperarla cada vez más allá. Al rato se detenía y colocaba los ojos con el cielo, un placer tentador de ver los algodones blancos de las alturas que le caían como una cascada con fuerza a su mirada. Indudablemente, se sentía única en ese florecer interno que parecía cargado de errores y aciertos.
Al llegar a los bosques de Piedras Azules vio que Martín se había acongojado entre medio de dos árboles, allí estaba reposando los pies sobre la fresca tierra.
Esa tarde de calor único, Claudia se detuvo a metros de Martín. Sintió que ya no podía caminar más, otra vez esa sensación que brotó de ella en su recorrido al balneario se esparcía nuevamente por todo su cuerpo. Claro que, Martín la había visto pero él también se sentía paralizado ante la sensación que parecía nacer una y otra vez en Claudia.
Por primera vez en toda su vida, ella no dijo nada, el silencio era tan fuerte y completo que las palabras se perderían hasta desaparecer, sin sentidos hacia cualquier rumbo. Martín se paró y casi temblando miró hacia los arbustos de una pequeña colina y cuando volvió a mirar a Claudia no tuvo capacidad de acción. Entonces, y ante tanta perplejidad, el brillo de sus ojos empezó a dibujar lágrimas y la brisa con toda delicadeza pareció trazar una línea que los separó. Ella agachó su cabeza y emprendió el camino de regreso a casa.
Una vez más, tomó la Avenida San Martín y se detuvo en el bar La Vieja Estación para beber su jugo de naranja. Sin embargo, la situación que siempre había sido igual, cambió su regla. Mientras tomaba el jugo para apagar su sed, Claudia lo sintió sin pulpa pero no le molestaba. Pasó un rato hasta que se tranquilizó y trató de ordenar todas las cosas que le habían sucedido.
Comenzó a observar, a través de la ventana, el ajetreo de turistas que parecían venir de contra mano unos con otros. El roce de los cuerpos no parecía molestar a nadie y las miradas morían cuando se dispersaban en otras personas. Claudia miró hacia los postes de luz y vio que los pájaros que tanto le habían llamado la atención ya no estaban. Desentendida por la situación, se paró y salió afuera. Los pájaros no habían hecho su rutina diaria de posar amontonados unos a otros. Claudia volvió a entrar al bar y se acomodó en su silla para terminar lo poco que quedaba del jugo.
Ante tantas vueltas y medias vueltas, el tiempo pareció que había volado. Miró las eternas agujas de su reloj de pulsera (marcaban las nueve de la noche) y terminó de fumar su último cigarrillo. Pagó lo que había consumido y se dirigió hacia su casa. Durante el trayecto, el frío viento bajó la temperatura y ella sacó de su bolso un buzo que, posteriormente, se acomodó entre los hombros.
Al llegar a la calle Antártida Argentina, Claudia apresuró su marcha hasta llegar a su domicilio. Como de costumbre, subió las escaleras sin apuro hasta llegar a su pieza donde se tiró a la cama; quería descansar un rato. El cuerpo parecía no querer ceder así que se levantó y comenzó a tratar de ordenar aquel desorden. Un desorden que siempre había sido orden para ella, ahora parecía complicado. Bajó apresuradamente hasta la cocina y buscó algunas bolsas de basura. Subió hasta la pieza y comenzó a tirar todo aquello que parecía estar molestando o carecía de sentido, de figura y de forma, de causa y efecto. La pieza no pareció suficiente, así que se dirigió al baño y después a la cocina para buscar nuevas cosas que dejar de lado.
Todo esos viajes le llevaron la noche entera. Terminó casi a las siete de la madrugada y salió a la calle en busca del canasto para colocar esos residuos. Puso las bolsas en aquel lugar, giró para entrar a su casa pero se detuvo en la puerta. Volvió hacia el canasto sorprendida porque había llenado casi dos bolsas con sus pertenencias. Las cortó con sus largas uñas y pudo observar, entre medio de restos de comida y fideos fríos, la cantidad de objetos que había decidido dejar atrás.
Tuvo que observar varias veces todas las cosas que ahora eran residuos mientras ciertas imágenes venían a su cabeza: ella misma bebiendo el último vino de la noche, bailando tango a la luz de la luna y postrada en su cama. Las caricias y las sonrisas de Martín que le hablaba desde el otro lado de la línea que había marcado el aire; el jugo de naranja con su rasposa pulpa. Sin pensarlo miró sus manos, se las dirigió a los ojos y se quebró en un llanto vivo, desnudo y transparente. Los límites de las sensaciones perdieron sus formas ante lo nuevo. El momento era tan sugestivo que nuevamente no recordó el tiempo que había permanecido así, una sensación de pasado la tocó muy fuerte adentro como nunca había sentido. Finalmente se sentó en la verja y se secó las lágrimas. Después de cinco minutos, entró a su casa, tomó el bolso y lo llenó con las pocas ropas que le quedaban. Caminó hasta Villa Caeiro y paró al primer colectivo de larga distancia. El chofer le abrió la puerta, ella se sentó en el primer asiento y comenzaron a tener una charla amena del destino final del viaje.

sábado, 16 de mayo de 2009

El percepto deleuzeano

El joven sonreirá en el lienzo mientras éste dure. La sangre late debajo de la piel de este rostro de mujer, y el viento mueve una rama, un grupo de hombres se prepara para partir. En una novela o en una película, el joven dejará de sonreír, pero volverá a hacerlo. siempre que nos traslademos a tal página o a tal momento. El arte conserva, y es lo único en el mundo que se conserva. Conserva y se conserva en sí (quid juris?), aunque de hecho no dure más que su soporte y sus materiales (quid factil), piedra, lienzo, color químico, etc. La joven conserva la pose que tenía hace cinco mil años, un ademán que ya no depende de lo que hizo. El aire conserva el movimiento, el soplo y la luz que tenía aquel día del año pasado, y ya no depende de quien lo inhalaba aquella mañana.
El arte no conserva del mismo modo que la industria, que añade una sustancia para conseguir que la cosa dure. La cosa se ha vuelto desde el principio independiente de su «modelo», pero también lo es de los demás personajes eventuales, que son a su vez ellos mismos cosas-artistas, personajes de pintura que respiran esta atmósfera de pintura. Del mismo modo que también es independiente del espectador o del oyente actuales, que no hacen más que sentirla a posteriori, si poseen la fuerza para ello.
¿Y el creador entonces?
La cosa es independiente del creador, por la auto-posición de lo creado que se conserva en sí. Lo que se conserva, la cosa o la obra de arte, es un bloque de sensaciones, es decir un compuesto de perceptos y de afectos.
Los perceptos ya no son percepciones, son independientes de un estado de quienes los experimentan; los afectos ya no son sentimientos o afecciones, desbordan la fuerza de aquellos que pasan por ellos. Las sensaciones, perceptos y afectos son seres que valen por sí mismos y exceden cualquier vivencia. Están en la ausencia del hombre, cabe decir, porque el hombre, tal como ha sido cogido por la piedra, sobre el lienzo o a lo largo de palabras, es él mismo un compuesto de perceptos y de afectos. La obra de arte es un ser de sensación, y nada más: existe en sí.
Fernando Reberendo
http://deleuzefilosofia.blogspot.com/


Los conceptos son la verdadera invención de la filosofía, y después están lo que podríamos denominar perceptos, que se encuentran en el ámbito del arte. ¿Qué son los perceptos? Creo que un artista es alguien que crea perceptos. Pero ¿por qué usar percepto en lugar de percepción? Pues porque los perceptos no son percepciones. Diría como ejemplo: ¿Qué quiere un hombre de letras, un escritor, un novelista? Yo creo que quiere llegar a construir conjuntos de percepciones, de sensaciones que sobrevivan a aquellos que la experimentan, eso es un percepto. Hay páginas de Tolstoi que describen atmósferas de una manera que difícilmente podría superar un pintor, o cómo Tchekov describe el calor de la estepa. Así es pues todo un complejo de sensaciones visuales, auditivas y casi gustativas, algo que entra por la boca. Y entonces trata de dar a ese complejo de sensaciones una independencia radical en relación a aquél que lo experimentaba. ¿Qué deviene eso cuando muere el que lo experimenta o cuando hace otra cosa? En cierto modo la cuestión del arte es esta. El arte da una respuesta a eso, da una duración o una eternidad a ese complejo de sensaciones que ya no es aprehendido por alguien, o si acaso que va a ser aprehendido experimentado por un personaje de novela, personaje ficticio. Eso engendra una ficción.
¿Y qué es lo que hace el pintor? Creo que no sólo hace eso, sino que un pintor da consistencia a los perceptos. Arranca perceptos de las percepciones. Puede decirse ya que los impresionistas retuercen verdaderamente la percepción,… así que podemos decir que los impresionistas inventan perceptos…hay una frase de Cezanne que me parece hermosa …Hay que hacer duradero el impresionismo …quiere decir que el percepto cobra una autonomía aún mayor, para lo que le serán precisas nuevas técnicas.”
Gilles Deleuze- El abecedario de Gilles Deleuze

domingo, 28 de diciembre de 2008

Carta abierta a los trabajadores de Próximo Contact Center


El despido masivo de compañero/as, las críticas condiciones de higiene y seguridad, los miserables sueldos, la persecución, la manipulación y la humillación, son algunos de los hechos que nos llevan a escribir esta carta abierta, de forma conjunta, a todos los trabajadores y trabajadoras de Próximo Contact Center.

Es por estas razones que a partir de los primeros días de noviembre nos organizamos para solicitar a la empresa que escuche nuestras preocupaciones, nuestras inquietudes, nuestro reclamo. Sin embargo, la respuesta, especialmente del señor Pablo Guillermo Pra fue siempre el engaño, la mentira. Nos dimos cuenta que estábamos ante un diálogo de sordos donde la empresa pretendía silenciarnos y dividirnos hasta el hartazgo para que renunciemos. Además, rompieron la etapa de conciliación dictada por la Secretaría de Trabajo al despedir a un compañero y profundizar maniáticas prácticas de disciplina y control en la empresa.

La primera estrategia de precarización fue inscribir a los agentes en una categoría que no les corresponde, Telemarketers, porque el básico es muy pobre y se le puede aplicar un sin fin de variables para pagar salarios miserables. Asimismo, esta acción permite la alta rotación del personal, refuerza períodos ilegales de prueba y aumenta los despidos injustificados. Nosotros no atendemos llamadas por teléfono, no vendemos productos ni al interior ni al exterior del país. Nuestro trabajo tercerizado es clasificar información.

Por su parte, el señor Sebastián Gabellieri, responsable de Comunicación Multimedia S.A, desde el 1er día de trabajo maquilló el recibo de sueldo con los aportes jubilatorios y de la obra social. Llegado el mes de agosto del corriente año, a la sospecha de las enormes irregularidades sufridas por parte de este sujeto, decidimos chequear nuestros aportes en la página de AFIP (http://www.afip.gov.ar/). Y, efectivamente, comprobamos que figuraban en rojo como "impagos" o "pago parcial". Incluso algunos compañero/as ni siquiera estaban incluidos en la declaración jurada de la empresa. Esto quiere decir que, en la obra social, sólo nos pueden dar el alta, pero si llegamos a sufrir una enfermedad, un accidente, una intervención quirúrgica, entre otras, la obra social no nos cubrirá en absoluto, y todos los gastos saldrán de nuestros bolsillos. Por lo tanto, esta estafa constituye no sólo fraude contra nosotros sino también contra el fisco, contra el Estado.

Además, los mentores o supervisores son tan explotados como los agentes. Lamentablemente la política de la empresa del "supervisor como cargo de responsabilidad", hace que ellos sean cómplices directos de las prácticas abusivas y sanciones que se llevan a cabo: crecientes exigencias laborales que condicionan nuestra salud y los sueldos, despidos injustificados, persuasión y efectivización de apercibimientos arbitrarios y suspensiones ilegales para los agentes.

Por otro lado, la empresa no dispuso ningún servicio de ART. A modo de ejemplo, tuvimos dos compañeras que sufrieron accidentes. Una de ellas fue salvajemente golpeada en un brazo cuando intentaron sustraerle la cartera volviendo del trabajo. Sin embargo, la empresa no se hizo cargo, trató de minimizar la cuestión mientras nuestra compañera estaba postrada en su cama con fuertes medicamentos y un dolor que le impedía moverse. Además, hubo casos de compañero/as que sufrieron ataques de pánico, otro/as que están con carpeta medica y/o psiquiátrica, etc. Pero todavía hay más: estuvimos meses sin luz en los baños, con pésima higiene, caños rotos, y el señor Pablo Pra argumentó que ¡¡¡nosotros éramos los que se robaban los focos de luz y que las mujeres hacían un uso desmedido del papel higiénico!!!

Asimismo, resulta poner de relieve que jamás percibimos los aumentos escalonados estipulados por el Gobierno; las trabajadoras que son madres no perciben ningún tipo de asignación familiar; el cablerío debajo de los box constituye un riesgo enorme de electrocución; existen encierros de empleados en el sótano o en el 1er piso ante cualquier tipo de inspección; condiciones pésimas de trabajo que potencian futuros problemas en la vista, en la columna cervical, tendinitis; y amenazas reiteradas para incrementar la productividad (firmas de un preaviso de despido) que llevan a situaciones extremas de estres, como irritación de colon, fatiga muscular, dolores de cabeza, estomacales, etc.

Después de todo este recorrido crítico, algunos trabajadores de Próximo Contact Center decidimos frenar los avasallamientos de la empresa. Más que de resistencia, se trata de producción de acciones que generen nuevas posiciones, nuevas actitudes, nuevas palabras que permitan relaciones con condiciones dignas de trabajo para todo/as. Además, para que los nuevos trabajadores no experimenten lo que gran parte de nosotros padecimos durante meses.
Asimismo, generar nuevas condiciones de encuentro que preparen siempre nuevas preguntas. ¿Por qué nos dejamos maltratar? ¿Cómo hacemos para liberarnos del miedo y el malestar? ¿Cómo potenciamos la cooperación, la solidaridad y el compañerismo? ¿Qué vamos a tolerar y qué no?, ¿cómo lo haremos esta vez? Las preguntas son fundamentales porque nos llevan a inventar nuevas respuestas. Y se vuelven vitales cuando logran conectarse con otras preguntas: ponerlo todo en duda, en discusión, evitando la respuesta fácil.

Nuestra acción es fruto de los afectos, de los encuentros, del diálogo, de una labor grupal de compromiso. Es un proceso en constante cambio y elaboración, propia y colectiva, a partir del cual impulsamos un pensamiento crítico que permita acciones de transformación, y para cuidarnos del abuso del señor Gabellieri y del señor Pra, que han convertido nuestro trabajo en un paseo por el infierno, imponiendo métodos de depredación y explotación.

Estamos cansados del abuso permanente, de la presión y el individualismo como herramienta para profundizar la "productividad"- ganancia del señor Gabellieri a costa de los trabajadores. Estamos coordinando fuerzas, trabajando juntos y organizándonos para cambiar estas condiciones de esclavitud. Hoy es el momento, te esperamos, unite.

Comunicate a: proximokk@hotmail.com

lunes, 17 de noviembre de 2008

Rebelión en Contact Center de Nueva Córdoba

Por Andrés Oliva

(Cba Noticias) En Próximo Contact Center ubicado en el barrio Nueva Córdoba trabajan cincuenta jóvenes para diferentes cuentas o empresas de habla inglesa. Esta semana no transcurrió en forma rutinaria ni para los gerentes ni para sus empleados. Debido a diferentes reclamos desoídos se generó una situación crítica que estalló. Aunque el temor tiende a aquietar a una persona llega el momento que no existe dique de contención que pueda contener la bronca desatada. Esta semana se realizó un paro de actividades con ocupación del lugar de trabajo solicitando mejoras en las condiciones de trabajo.
"La tarea nuestra consiste básicamente en trabajar frente a computadoras para diversas empresas norteamericanas, como General Motors, y nos encargamos de scorear", nos comentó Emmanuel Farcy, empleado de Comunicaciones Multimedia (razón social de Próximo Contact Center). Qué es scorear, dirá usted. Es buscar ciertas opiniones que los usuarios de Internet introducen en distintos lugares sobre una determinada empresa y sus productos, categorizándolas sobre si son positivas, negativas y otras definiciones teniendo en cuenta las métricas de producción con controles de calidad.
En este caso, Próximo Contact Center es una empresa tercerizada por parte de una empresa norteamericana contratada por General Motors para estas tareas.
Desde la devaluación, principalmente, y por los beneficios extraordinarios otorgados por el gobierno de José Manuel De la Sota han proliferado en nuestra ciudad los denominados Call Centers o, actualmente, llamados Contact Centers.
Lo que atrae a estos inversores son los bajos costos tanto en insumos como en recursos humanos, la capacidad y educación de nuestros jóvenes en búsqueda laboral para sus primeros pasos en el mercado y los beneficios impositivos existentes.

Condiciones de trabajo insostenibles

En muchas ocasiones escucharemos el término de "clima laboral" para indicar que si las condiciones son óptimas y saludables en distintas categorías la respuesta del trabajador será mayor aún. Aunque la necesidad de saciar el lucro esperado tiende a exasperar al empleador llevándolo a buscar la manera de ahorrar hasta el más mínimo centavo.

"Luego de un tiempo nos dimos cuenta que la empresa no estaba realizando los aportes jubilatorios, tampoco los de obra social", explicó Emmanuel. Otra irregularidad es que no recibían el 19 por ciento de aumento de sueldo en forma escalonada para los trabajadores en relación de dependencia en el convenio colectivo del rubro de Comercio.
Con respecto al presentismo, por ley se permiten hasta dos faltas justificadas, pero en esta empresa "existía la política de tolerancia cero, si llegabas un minuto tarde lo perdías".
Por su parte, los empleados están categorizados como telemarketers cuando, en realidad, no realizan ningún tipo de venta ni reciben o emiten llamada.
Además nos afirmó: "Tampoco había ningún servicio contratado de Aseguradora de Riesgos del Trabajo (A.R.T). Tuvimos dos compañeras golpeadas. Una de ellas fue asaltada cuando salía del trabajo, terminó muy golpeada en el brazo, ahora está con fisioterapia. Tenemos otra compañera que se golpeó yendo para el trabajo en el colectivo. En ambos casos la empresa, efectivamente, nunca se hizo cargo".

El hartazgo se hizo sentir

El 30 de octubre se cumplieron 25 años del retorno a la democracia cuando fue electo Raúl Alfonsín, sin embargo, en estos ámbitos de trabajo pareciera que no se han enterado aún. Nuestra Constitución Nacional expresa claramente el derecho a huelga de los trabajadores pero la dirigencia empresarial prefiere obviar este punto.
"Llegó un punto que aplicamos el factor sorpresa. El turno de la tarde llegó un día y se plantó", aseveró. Imagínense la reacción de los mandos medios y superiores frente a tal "insolencia". En dos momentos se paró la actividad, el último caso fue el martes 11 de noviembre.
"Me encontré con una situación crítica, los jefes persiguiendo para ver quiénes eran los cabecillas. Entonces ahí hablé con la gente del gremio, Asociación de Trabajadores de Centros de Contacto y Afines de Córdoba (A.T.C.C.A.C). El gremio de Comercio estuvo siempre al tanto de la situación pero ellos nunca nos ayudaron en nada. Es un gremio funcional a las empresas. Yo desde que tengo memoria nunca vi al gremio en la calle haciendo valer los derechos de los trabajadores", narró el trabajador del contact center.

La empresa dirigida por Pablo Pra, jefe de área de Recursos Humanos, y el propietario Sebastián Gavelieri decidió desvincular sin causa a 7 empleados.
Una de las características que sintetizan es que se vivió "un clima de muchísima tensión porque se rompió esa estructura piramidal que caracteriza a estas empresas de mando-obediencia".
La bronca se organiza
"En este movimiento las acciones que se llevaron a cabo siempre se plantearon horizontalmente. Nunca hubo un cabecilla que tomara decisiones por todos. La tomamos entre todos, las deliberábamos conjuntamente. Siempre fue una acción concertada entre todos", nos comentó.
Frente a cada propuesta u hostigamiento de la empresa con la intención de dividir a los trabajadores respondieron con asambleas donde se discutían los pasos a seguir permitiendo mantener la unidad de acción y no debilitar las protestas.

Con la adhesión del gremio del propio rubro, A.T.C.C.A.C, se obtuvo la resolución de la Secretaría de Trabajo de la provincia de conciliación obligatoria de ambas partes. Implicando esto la apertura de las negociaciones e imposibilitando a la empresa de nuevos despidos.
Los primeros triunfos obtenidos son: la reincorporación de una trabajadora despedida, la recategorización como auxiliar administrativo B en base al Convenio Colectivo de Trabajo y la aplicación de un plan de incentivos. "Lo que quedó pendiente es la reincorporación de los demás compañeros", concluyó.
Finalmente, Emmanuel Farcy, también despedido sin causa -aunque sea vox populi que es por actitudes gremialistas-, afirma que "hasta que no se cumpla lo que nos corresponde realmente si tenemos que seguir tomando medidas de fuerza lo haremos".

Walter Franzone, Secretario Gremial de A.T.C.C.A.C

Cba Noticias: ¿Cuál ha sido el rol que ha tomado el gremio Atccac frente al paro de los trabajadores de Próximo Contact Center?

W.F: Los chicos venían planteando hace tiempo una recategorización y un aumento de sueldo. Y ahí salió a la luz otro tipo de cosas: no pago a la ART, de la obra social y de jubilaciones. Y todo esto estaba descontado de los recibos de sueldo. Entonces, en el conflicto por supuesto como gremio defendimos las posturas de los trabajadores. Lo que sucedió fue un paro dentro de la empresa. Y vino un inspector de la secretaría de trabajo e hizo un acta. Nosotros al tener afiliados ahí decidimos acompañar las decisiones de los trabajadores porque este es un gremio que escucha a los trabajadores y que los hace participar.

Cba Noticias: En este momento, el sindicato tiene personería…

W.F: Tenemos personería jurídica pero no gremial. Con la personería jurídica no se pueden realizar convenios pero sí defender a los compañeros de a uno. Al no tener personería gremial se nos hace difícil defender en grupo. No podemos ser parte en el conflicto en general, ahora, en el conflicto individual hace dos años y medio estamos representando en Córdoba a todos los compañeros afiliados.

Cba Noticias: Cómo continúa el conflicto con Próximo CC

W.F: Llegamos a una conciliación obligatoria donde se incorporó una de las trabajadoras y están en carpeta la reincorporación de otros tres que han sido despedidos por parte de la empresa en forma de apremio. Dando el ejemplo de que si los otros seguían con su comportamiento les podía suceder lo mismo. Esto ocurre en todos los Contact Centers. El gran problema que estamos teniendo con la alta rotación es que un compañero que es echado va a caer a otro call y después a otro. En un matutino la cámara que agrupa a las principales empresas de call centers confesó que tienen una rotación de un 25 por ciento. La empresa no te despide a través de una carta documento sino por medio de un escribano. Ya que si fuera por correo argentino quedaría registrado la cantidad de trabajadores echados. Y con esta otra forma es más difícil ir escribanía por escribanía para saber cuántos fueron despedidos. Es una maniobra para decirle a la sociedad de que son los que damos más empleo y mejores. Es una pantalla.

Cba Noticias: Existen otros conflictos de huelga en Córdoba

W.F: No porque los disuelven rápidamente amedrentando a la gente. Casos terribles en la era de la comunicación y la democracia.
Publicado el dia: 15 de Noviembre de 2008

Fuente: http://www.acordobanoticias.com.ar/?p=721

viernes, 14 de noviembre de 2008

Lucha y organización de los trabajadores de Proximo Contact Center

Los trabajadores y trabajadoras de Próximo Contact Center, razón social: Comunicación Multimedia S.A, dirección: Crisol 31. Nueva Córdoba seguimos en la lucha y en la organización, que incluye toma del establecimiento, huelga y paro de actividades en resguardo de nuestros legítimos derechos.
En razón de mejorar nuestras condiciones de trabajo, y ante la negativa de la empresa de no querer dialogar con nosotros ni respetar nuestros derechos como trabajadores, representados por la Asociación de Trabajadores de Centros de Contacto y Afines de Córdoba (ATCCAC), solicitamos una audiencia de Conciliación y Arbitraje en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Córdoba (Rivadavia 646) a realizarse el día 13 de noviembre a las 10 hs. A saber:
1) En numerosas oportunidades solicitamos a nuestro empleador la recalificación de nuestra categoría profesional que se deriva de la índole de nuestras prestaciones.
2) Advertimos que nuestra empleadora no ha efectuado el pago de las retenciones por aportes sociales y provisionales, razón por la cual nos vimos impedidos de que la obra social nos brinde cobertura ante enfermedades inculpables sufridas, tal como lo establece el art. 80 LCT
3) En otra irregularidad mas, la empleadora tampoco ha efectuado los pagos a la ART contratada, lo que puede significar que en caso de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales nos encontremos desprotegidos.
4) Que el lugar de trabajo carece de las medidas de higiene y seguridad, que fueron puestas en conocimiento de la empleadora y esta sistemáticamente se negó a mejorarlas, obligándonos a continuar en idéntica situación, poniendo en peligro nuestra salud.
5) Que la empleadora ante nuestros justos reclamos respondió con despidos masivos, sin causa, y ante nuestro pedido que los deje sin efecto respondió que había otra lista más de despidos por igual causa y que no nos afligiéramos por esta situación porque íbamos a cobrar las indemnizaciones, lo que no aceptamos porque en base al art. 10 LCT hemos optado por la prosecución del vínculo laboral.
6) Que aparte de lo mencionado hemos recibido continuas amenazas de despidos masivos y que dejáramos de lado toda acción gremial, lo que coloca a la empresa en una actitud de discriminación, impidiendo el ejercicio de nuestros legítimos derechos constantemente violados por la empleadora.
Por estas razones, y otras tantas, es que nos juntamos el día jueves 13 de noviembre en la puerta del Ministerio para hacer valer nuestra voz durante la audiencia. Solicitamos ayuda de todos aquellos interesados en participar de la lucha. Salud y cambio social,
Trabajadores y Trabajadores de Próximo Contact Center

P.D: e-mail: proximokk@hotmail.com